El petróleo ganadero
- SC Periodista
- 1 dic 2019
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En una investigación sobre la Inseminación Artificial en Bovinos, se llegó a la conclusión de que la mejor manera de entender la importancia de este método de reproducción, es comparándolo (funcionalmente) con el Petróleo. A continuación, la versión definitiva del escrito.
En la actualidad, tanto las sociedades como sus desarrollos, se encuentran plenamente ligados a los modelos bajo los que se desenvuelven. Frente a la duda planteada en más de una ocasión, sobre lo que pasaría si una nación tuviera -o quisiera- desprenderse del ‘estilo de vida’ al que está acostumbrada, se debe enfatizar en lo difícil que resultaría dicha independencia, pues los años de consolidación que implicaron esa relación, ahora determinan, en su mayoría, las actividades cotidianas de los actores de la sociedad.
Se ha discutido en más de una ocasión qué sucedería si, por ejemplo, el petróleo dejara de existir, debido a que es un recurso finito. Si bien los avances tecnológicos han hecho más viable la explotación de los yacimientos petrolíferos, la curva general indica que la producción mundial después de ir en aumento y casi alcanzar su pico, tendrá que caer, sin remedio. Son diferentes los escenarios que se plantean; sin embargo, reemplazarlo no es para nada rentable, pues no se encuentran soluciones con funcionamientos similares.
Y es que, además de sus usos comunes como combustibles fósiles, el petróleo sirve para, por ejemplo, la creación de productos farmacéuticos y detergentes. De modo que, aunque lo que más preocupe sea el factor de movilidad y de industria, la pérdida del hidrocarburo afectaría incluso a los campos menos pensados. No en vano, Diego Fernández, del Instituto de Educación Pere María, en España, sostiene que “el petróleo es la sangre vital del mundo moderno”.
Ahora bien, al igual que los sectores de movilidad, industrialización, calefacción e iluminación, que dependen totalmente del petróleo, otros campos, de incluso mayor cercanía con el humano, tienen bases construidas en torno a un proceso, igual de beneficiado por la tecnología, y que podría también catalogarse como el motor que aumentó, consolidó y sostiene, en este caso, al sector bovino, pues le representa mejoras a gran parte de los actores implicados; incluso a los terciarios.
Justamente ha sido la Inseminación artificial la que ha cumplido ese papel de aceleración y crecimiento en un contexto determinado por la demanda imperiosa de producir, en cantidad pero también calidad, alimentos naturales de proveniencia animal. Ante dicha situación, este proceso genético pasó de ser una alternativa más, a convertirse en la opción más importante, ya que ofrece mejoras para, prácticamente, cada ámbito implicado.
Lo más grato de esta técnica de extracción es, sin lugar a dudas, el factor económico, ya que desde diferentes ángulos ofrece mejoras significativas. El gerente de Multigenética LTDA, Max Cortés, cuenta que, por ejemplo, el valor de una pajilla, en la que se encuentran de 25 a 30 millones de espermatozoides, puede ser mínimo de $10.000 o 12.000 pesos, o máximo de casi un millón de pesos; pese a que el rango de su valor es amplio (debido a su origen, su función, etc.), comparándolo con la manutención del toro y la vaca que gestarían la nueva cría, además del mantenimiento de esta última, y el riesgo de enfermedades o lesiones a las que se enfrentarán (y que podrían significar que alguno de estos no pudiera tener más actividad sexual), sale mucho más rentable, práctico y funcional hacer uso de las dosis otorgadas de la IA.
De igual forma, se han obtenido resultados y avances óptimos en el tema de la “posproducción”; es decir, lo que produce el animal ya concebido: en un primer momento, se contabilizaba esta producción (de leche) en cantidad de botellas. Max recuerda que cuando él conoció temas de producción lechera (años 80), eran cifras de 12 a 15 botellas por vaca; actualmente, como consecuencia de las mejoras genéticas, la lactancia de los animales ha aumentado a tal punto de, primero, medirse ahora por litros, y en ese orden de ideas, alcanzar incluso cifras de 65 litros por animal. Técnicamente es pasar de mantener cuatro crías (con lo que eso implica), a gestar artificialmente una sola cría que genera incluso más cantidad de leche que las anteriores juntas. Todo ello, sin mencionar la facilidad de parto que se obtiene gracias a estudios previos de compatibilidad entre razas.
En el terreno del mineral se entiende la importancia de su descubrimiento, por ejemplo, al pasar de trayectos terrestres o marítimos, a desarrollar viajes aéreos. En cuanto a tiempo e incluso a mantenimiento (al tratarse de menos horas, la probabilidad de tener que destinar recursos a eventualidades se reduce prácticamente a 0), mejor sale a relucir la utilidad del petróleo. Justamente, el portavoz de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, Chris Goater, señala al portal DW que viajar sin petróleo es imposible; eso sin mencionar la tendencia en aumento de viajar por avión. No es casualidad que países como Arabia Saudita y Noruega hayan tomado roles protagónicos en la economía mundial, desde el descubrimiento respectivos de sus pozos petroleros.
Si bien los países pioneros de la Inseminación Artificial en Bovinos no se han visto tan beneficiados como los petroleros (ahora potencias), las naciones a donde llegó el método, sí han tenido un crecimiento notable en las industrias pecuarias. Y es que, un toro en servicio natural puede tener a lo largo de su vida útil un promedio máximo de 250 crías (se estima que montará 50 vacas por año); en cambio, con el método artificial, el mismo semental debería dar vida a miles de hijo/as, por año, explica Max. Así mismo, se puede ejercer la inseminación en simultáneo con distintas vacas, y, en consecuencia, cubrir una mayor cantidad de ejemplares. De hecho, según cálculos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay, con una sola eyaculación del macho se pueden inseminar, justamente entre 200 y 300 vacas.
Pero lo dicho: no todo es cantidad. En un estudio publicado por la comunidad agropecuaria Engormix se plantea que el principal objetivo de la I.A. es contribuir al mejoramiento genético, traducido en productividad, facilidad de parto (ya mencionados) y en factores como el fenotipo de los animales y la sanidad del proceso, que completan la lista de beneficios del método. Según datos complementarios, otorgados por Agustín Cañón, técnico agropecuario, los laboratorios genéticos, basándose en estudios y experimentos propios, determinan qué cruces en específico corresponden de la mejor manera a los parámetros apetecidos por los clientes; y así sucesivamente, se irán mejorando los hatos por medio de las nuevas razas de toros adquiridas.
Dependiendo del contexto varían mucho las peticiones del ganadero. En el caso nacional, por ejemplo, se recomienda tener hembras de buenas ubres (sin futuras grietas ni enfermedades), de contextura fuerte: que resistan a la altura y a los climas, y que posean también buenas patas, pensando en los desplazamientos a los que se enfrentan estos animales (incluso dentro de una misma finca, según consideraciones del ganadero Javier López. En adición, las variables de longevidad (que una vaca dure más en un hato significa más resultados) y de nutrición en la leche (que ofrezca más vitaminas), son facetas que se han ido desarrollando y mejorando conforme a la innovación en la que este proceso genético ha perdurado.
Igualmente, al emplear la IA se reducen las probabilidades de transmitir enfermedades. Todos los reproductores dadores de semen tienen que estar libres de enfermedades infecciosas y parasitarias (que se pueden transmitir de manera natural o con la IA), lo cual es estrictamente controlado por las casas y organizaciones de semen; de modo que, acompañándolo de sencillas medidas de sanidad y manejo de vientres, este proceso ayuda al nacimiento de terneros y novillas viables y sanos. Sin embargo, existen enfermedades venéreas, como la tricomoniasis y la campilobacteriosis, que pueden llegar a ser transmitidas por toros portadores que no presentan síntomas clínicos. Frente a esto, en los procesos de tratamiento genético, se incorporan antibióticos que ataquen dichas afecciones.
Desde el vendedor Max, como el técnico Cañón, además de los ganaderos Raúl Durán y Javier López, y demás actores del sector bovino (veterinarios, zootecnistas) coincidieron por completo, frente a la pregunta de qué pasaría si la IA dejara de existir en este campo, en que la dependencia para las industrias de alimento implicadas es tan alta y tan cómoda para su acceso, que pese a estar surgiendo nuevas alternativas como la transferencia de embriones y la inseminación in vitro, el método de la IA sigue siendo el más consolidado. “La accesibilidad, el tema económico, es lo que la hará perdurar por un buen tiempo”, concluye Max.
En contraste, pero reflejando la misma situación, ni siquiera las históricas alzas al precio del petróleo han sido suficientes para representar una acción significativa en contra de este líquido. A pesar de que se buscan alternativas, por una parte, no existe ningún combustible que provenga de fuentes renovables que ofrezca en su combustión una energía mayor que la que consume su fabricación. Asimismo, las otras fuentes de energía (no combustibles) que son renovables y que buscan competir con la energía que provee el petróleo, están limitadas por cuestiones naturales más inmediatas que el carácter finito del mineral: -la energía solar se ve afectada por los días nublados y las noches; -la energía eólica se puede estancar conforme la frecuencia del viento se detenga. Mientras tanto, el petróleo se sigue consolidando como una fuente constante y confiable de energía.
Asimismo, las otras fuentes de energía (no combustibles) que son renovables y que buscan competir con la energía que provee el petróleo, están limitadas por cuestiones naturales más inmediatas que el carácter finito del mineral: -la energía solar se ve afectada por los días nublados y las noches; -la energía eólica se puede estancar conforme la frecuencia del viento se detenga. Mientras tanto, el petróleo se sigue consolidando como una fuente constante y confiable de energía.
Sin embargo, un dato que no es menor es la relación directa que también se evidencia en las implicaciones negativas, que generan, como fuente de aceleramiento, tanto el mineral, como el proceso genético. Inminentemente, ante una mayor velocidad, mayor generación de desechos: la contaminación de los vehículos, unos más que otros, podría ser equiparable al gasto de recursos naturales (alimento) que las vacas y sus respectivas crías, generan para su crecimiento y mantenimiento.
Aunque, la movilidad en un primer momento fue alabada, ha alcanzado, en la actualidad, puntos de saturación tan altos que, incluso los gobiernos plantean políticas para reducir el uso de los vehículos; como se mencionó previamente, la llegada de la IA fue de mucha utilidad para pequeñas y grandes casas ganaderas, lo reprochable ahora podría ser el desabastecimiento de los recursos primarios, fuentes primarias de alimentación bovina, causado por el también exceso de producción de animales, que en consecuencia, hacen cada vez más finitos los recursos naturales. Ambos ganaderos entrevistados, Raúl y Javier, saben de la importancia, en este caso, de la lluvia para sus campos; en tiempos de sequía representan un estancamiento, pues los pastos no crecen, y los animales se estancan. Pero -la pregunta es para el petróleo y la IA-, ¿la naturaleza hasta cuándo?
En fin, en términos generales, la consolidación de la IA y el petróleo radica, definitivamente, en la versatilidad o baraja de mejoras que ofrece en su mercado. Mientras que las otras alternativas están enfocadas en una de sus funcionalidades (mejora genética y combustión, respectivamente), las demás cualidades de ambos métodos no son cubiertas satisfactoriamente por esas opciones. Ni la producción de los alimentos carne, leche y derivados, ni los múltiples materiales sintéticos como el plástico, teflón y PVC tienen otra manera de efectuarse de una forma al menos similar a la que están acostumbrados ahora.
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