Bloqueo y reacción: más de 100 días de estancamiento político
- SC Periodista
- 12 ago 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 oct 2019
En general, las instituciones europeas cuentan con bases demasiado sólidas que, ante periodos de indecisión, permiten mantener un óptimo desarrollo político-social, que preserve la realidad coyuntural de cada país. Sin embargo, España atraviesa un momento de estancamiento político, que ha comenzado a generar inseguridades respecto a la dirección que tomará el gobierno español. Y no es para menos: ya se han cumplido más de 100 días de celebradas las elecciones parlamentarias, que aún no otorgan a Sánchez la investidura, necesaria para consolidar su posesión.
Para que este bloqueo se pueda disolver, solo existen dos posibilidades. O se reactivan las negociaciones entre el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Podemos, liderado por Pablo Iglesias, para alcanzar verdaderos acuerdos y que los diputados de Podemos cambien su voto de la abstención a la aceptación, y así, hagan olvidar la investidura fallida del pasado 25 de julio para alcanzar el número requerido de votos para investir, o se abre espacio a una nueva convocatoria electoral, la cual debería ser instada por el Rey Felipe VI; y estaría prevista para noviembre.
Conforme pasan las horas, aumentan también las reacciones. La opinión pública, los empresarios y el sector económico, además de los ciudadanos, e incluso el Jefe de Estado, el Rey Felipe VI, han correspondido a esta coyuntura. Este último ha manifestado que por el momento no va a convocar elecciones. Pero no niega sentirse preocupado por la realidad a la que se están enfrentando. Este testimonio fue dado a conocer tras la reunión que llevó a cabo el 29 de julio, con el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, quien afirmó a varios medios de comunicación españoles, que discutieron, entre otros temas, “la necesidad de que haya un gobierno”.
El tiempo empieza a correr en contra de Sánchez: tiene hasta el 23 de septiembre para lograr la investidura. Indica Víctor de Currea-Lugo, periodista, médico de la Universidad Nacional, Máster en estudios latinoamericanos en la universidad de Salamanca y PhD de la Universidad Complutense de Madrid, que el PSOE se enfrenta a la necesidad de hacer coaliciones; además, debe preguntarse qué precio están dispuestos a pagar para obtener la mayoría absoluta.
A su vez, el español Roberto Monedero, licenciado en económicas por la universidad de Valladolid y MBA, y Máster en mercados bursátiles por la UNED, manifiesta que las exigencias de los liderados por Iglesias (Podemos) han ido desde la Vicepresidencia a Ministerios de Trabajo, Igualdad, Empleo y Hacienda. “Algo que parece excesivo por el número de votos y de escaños” plantea. “Debe evitar (Sánchez) caer en el error de apresurarse, y dejarse presionar por las circunstancias”, rescata de Currea-Lugo.
Todo tipo de reacciones se han dejado ver a raíz de la coyuntura española. A Daniel Dimeco, escritor y dramaturgo argentino, graduado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales y Máster en Gestión Cultural, políticamente le llama la atención que “los líderes españoles no tengan rasgos de grandeza para hacer que la situación desencalle fácilmente”. De hecho, se ha llegado a un punto en el que hay quienes tildan a Sánchez de narcisista, quienes juzgan a Iglesias de no ser consciente de lo que pide, entre otras ideas.
Un papel determinante es el que cumplen los ciudadanos, pues son los primeros interesados y afectados por todo este tipo de decisiones. Carolina Bernal, mujer colombo-española que reside en Madrid, demuestra su preocupación sosteniendo que es triste ver cómo, al parecer, no importa el país, pues los políticos cumplen el mismo patrón: poner por encima el interés particular sobre el general: el de sus votantes; “no van a llegar a ningún acuerdo por su gente. Lo harán según les convenga a sus intereses”. De igual forma, Camilo Cortés, quien reside en Barcelona, siente inseguridad por el porvenir del gobierno español: “Existe una inestabilidad política: aquí no está gobernando nadie. No hay seguridad siquiera al momento de implementar cierto tipo de políticas”; asegura que encontrarse en estas condiciones impide que el país tenga un despegue económico realmente fuerte. Frente a esto, el licenciado Monedero, explica: “La economía del país se está ralentizando, según las últimas previsiones económicas, con una previsión para 2020 de crecimiento por debajo del 2%; se reduce o elimina la creación de empleo, principal lastre de la economía española junto con la baja productividad”.
Lo único cierto es que una estructura endeble no es garantía de nada. Aún parece quedarle mucho camino a esta incertidumbre. A los ciudadanos lo que más les preocupa es la incapacidad que tienen los políticos para ponerse de acuerdo. Aun así, Monedero, ve en esta problemática una oportunidad, pues el hecho de no estar acostumbrados a ponerse de acuerdo, si bien está costando, podría significar grandes cosas. Pero concluye: “Ya sea la investidura de Sánchez o nuevas elecciones, lo que se necesita es estabilidad, aunque parece que la situación actual no cumple esos requisitos”. Frente a ello, Dimeco afirma que realmente no se habla de crisis, pues el propio sistema otorga el marco legal adecuado para que todo siga funcionando sin problemas.
Son 94 los días en los que un gobierno en funciones ha sido quien ha estado a cargo. De momento, Sánchez cuenta con un margen de tiempo que sobrepasa los 50 días, para lograr posicionarse. La verdad, no parece estar cerca ningún acuerdo posible entre partidos. Sin embargo, tanto el PSOE como el Podemos han manifestado a la opinión pública que lo último que harían sería ir a elecciones. Se teme que el interés de los partidos no termine coincidiendo con el del país. Eso sí: lo que está empezando a suceder es que la imagen de España en el índice de Buen Gobierno ha descendido de la posición 25 a la 27.
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